domingo, 2 de diciembre de 2012

LA INICIATIVA YASUNÍ – ITT


El Parque Nacional Yasuní – PNY

En 1974 el gobierno del Ecuador invitó a dos expertos en planeación de parques nacionales: Allen Putney y Daan Vreugdenhil, representantes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD y la Organización para la Alimentación y Agricultura de las Naciones Unidas – FAO (Food and Agriculture Organization), para que realicen conjuntamente con la Dirección General de Desarrollo Forestal y el Departamento de Parques Nacionales y Vida Silvestre del Ministerio de Agricultura y Ganadería, los estudios necesarios que sustenten el programa de conservación y manejo de parques nacionales y áreas de conservación, ya que hasta ese entonces solamente contábamos con el Parque Nacional Galápagos y el Parque Nacional Cotopaxi.

En informe final del estudio fue presentado en 1976 bajo el título de “Estrategia Preliminar para la Conservación de Áreas Silvestres Sobresalientes del Ecuador” el cual derivaría en la expedición del Acuerdo Interministerial No. 0322 del 26 de julio de 1979, suscrito entre el Ministerio de Agricultura y Ganadería y el Ministerio de Industrias Comercio e Integración, en el que se incorporan el Parque Nacional Machalilla y el Parque Nacional Yasuní a lo que hoy se conoce como el Patrimonio de Áreas Naturales del Estado – PANE, compuesto por 45 áreas protegidas en las que se registran actualmente 11 Parques Nacionales.

En 1989, luego de delimitar el área de conservación se presentaba el primer plan de manejo del parque y de forma paralela, la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura – UNESCO declaró a la zona del Yasuní como Reserva Mundial de la Biósfera, dentro de la cual se considera al PNY, la Reserva Étnica Huaorani –zona intangible– y su zona de amortiguamiento. La superficie del PNY alcanza 982.000 has. de extensión mientras que la superficie de la reserva es de 1´600.000 has.
En 1999, se declaró la zona intangible con la intención de precautelar la vida y cultura al interior de la reserva de 2 clanes Huaorani que viven en aislamiento voluntario, los Tagaeri y los Taromenane. El área en mención que alcanza las 700.000 has. se delimitó finalmente en el año 2006 y considera una zona de amortiguamiento de 10 km. sobre el perímetro de la reserva étnica.


Riqueza Natural de la Reserva Yasuní

La diversidad biológica del lugar ha sido considerada su mayor riqueza, los científicos han catalogado a la reserva como una de las zonas que mayor biodiversidad concentra en el planeta por unidad de superficie, así tenemos reportes científicos de al menos 4.000 especies de plantas, 596 de aves, 200 de mamíferos, 150 de anfibios, 121 de reptiles, 100.000 de insectos y 500 de peces, todas ellas con un alto grado de endemismo. La Unión Internacional para la Conservación dela Naturaleza – UICN, ha incluido varias especies en su inventario de especies amenazadas conocido como la lista roja, dentro de la reserva se ha considerado entre otras a las siguientes especies: la nutria gigante, el armadillo gigante, el tapir amazónico, el delfín rosado (bufeo), el manatí, el águila harpía, el caimán negro, la tortuga charapa y la arapaima; mientras que la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre – WCS (Wildlife Conservation Society) ha concentrado su labor de protección en la nutria gigante, la arapaima, el tapir amazónico, el pecarí y el caimán negro.

Un informe de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional – USAID estableció como principales amenazas la deforestación, explotación petrolera, técnicas agropecuarias de los colonos provenientes de otras regiones que son poco adaptables y sostenibles a la fragilidad del ecosistema amazónico y prácticas inadecuadas del manejo de los recursos naturales que provocan la degradación de los suelos, agua, flora y fauna.


La Iniciativa Yasuní – ITT

El gobierno ecuatoriano planteó a la comunidad internacional en el año 2007 una propuesta de conservación y uso sostenible de los recursos naturales basada en la no explotación de las reservas del campo Ishpingo–Tambococha–Tiputini – ITT, que se han estimado en 846 millones de barriles de petróleo, equivalentes al 20% de las reservas petroleras del país, con lo que se dejarían de emitir a la atmósfera 407 millones de toneladas métricas de CO2, que es el principal contaminante del planeta, de esta forma la iniciativa contribuye favorablemente a la mitigación del cambio climático y combate al fenómeno del calentamiento global.

La decisión de dejar el crudo bajo tierra implica renunciar a la explotación indefinida de las reservas del campo ITT y por ende al valor monetario que estas podrían generar, estimadas en más de 7 mil millones de dólares, las mismas que son equivalentes a la indemnización que se recibiría por la emisión de las 407 millones de Tm. de CO2 que actualmente tienen una cotización de 17,66 dólares en el Mercado del Carbono EU–ETS de laUnión Europea por cada Tm. de CO2 emitida al ambiente.

Ecuador asumiría el 50% del valor de las utilidades que generaría la explotación del bloque ITT y requiere que comunidad internacional aporte con el otro 50%, es decir con un valor de 3.600 millones de dólares. Al efecto se ha suscrito un acuerdo de fideicomiso para que sea el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD quien administre el Fondo Yasuní – ITT. El capital inicial de este fondo fiduciario se concretaría con 100 millones de dólares, de los cuales se han gestionado 70 incluyendo un importante compromiso del gobierno italiano por concepto de canje de deuda.

El Fondo Yasuní – ITT requeriría de aportes de 300 millones de dólares anuales durante 13 años, con lo que se alcanzarían los 3.600 millones de dólares que garantizarían la sostenibilidad del fondo. El destino de los réditos financieros que genere el fideicomiso se invertirán en programas de lucha contra la pobreza, protección del medio ambiente, el cambio de la matriz energética y productiva del país, sustituyéndola por mecanismos energéticos renovables de fuente hidráulica, geotérmica, eólica y fotovoltaica, consiguiendo con ello la reducción de emisiones de gases invernadero, la conservación de la biodiversidad y las culturas indígenas, la reforestación y la mejora en la calidad de vida en las zonas de influencia de los proyectos de la Iniciativa.

Si se consideran los compromisos internacionales como el Acuerdo de Kioto, en el que los países más contaminantes se comprometieron a reducir las emisiones de gases contaminantes que generan el efecto invernadero, así como la existencia de mecanismos de comercio de derechos de emisión (CER) por el CO2 que se emite a la atmósfera, la propuesta sería viable. Por lo pronto la iniciativa depende de la concreción de los compromisos por parte de la comisión negociadora para lograr el capital inicial hasta el mes de diciembre de 2011, plazo en el que se decidirá la viabilidad del proyecto.

Actualmente la sociedad civil se va empoderando de la iniciativa y en la medida que la ciudadanía ecuatoriana y la comunidad internacional conocen las bondades del proyecto, el apoyo va en aumento del “Plan A” el de mantener elcrudo bajo tierra. Si el gobierno opta por aplicar el “Plan B”, que consiste en la extracción del crudo, deberá considerar lo dispuesto en el Art. 407 de la Constitución de la República: “Art. 407.- Se prohíbe la actividad extractiva de recursos no renovables en las áreas protegidas y en zonas declaradas como intangibles, incluida la explotación forestal. Excepcionalmente dichos recursos se podrán explotar a petición fundamentada de la Presidencia de la República y previa declaratoria de interés nacional por parte de la Asamblea Nacional, que, de estimarlo conveniente, podrá convocar a consulta popular.”

De esta manera se da inicio a la posibilidad de lograr un cambio del modelo de economía extractiva a un modelo de desarrollo sustentable, pionero en el mundo y que va ganando el respaldo de los ciudadanos que en fin de cuentas podrían tener el poder de decisión en las urnas. 


Publicado en: Revista Visión No. 33 – Enero 2012. Santo Domingo – Ecuador. 


Yasuní ITT - Santo Domingo de los Tsáchilas